Después de la menopausia, las mujeres pierden estrógenos, una hormona que ayuda a mantener la densidad ósea. Sin estrógeno, el cuerpo pierde más masa ósea de la que puede reemplazar, lo que aumenta el riesgo de osteoporosis.

Los nutrientes implicados en la construcción y el mantenimiento de los huesos son:

• Calcio.
• Fósforo.
• Magnesio.
• Vitamina D.
• Vitamina K.

La salud ósea depende de todos estos nutrientes, ya que trabajan conjuntamente.

De estos nutrientes, los más difíciles de conseguir a través de la alimentación son la Vitamina D y el Magnesio.

Es un hecho demostrado el que todos perdemos masa ósea a partir de una cierta edad (sobre los 40 años), aunque muy despacio al principio.

Debido a la elevada prevalencia de la osteoporosis en las personas mayores, lo más prudente es tratar de prevenir la enfermedad antes de que se instaure.

Existen grupos de riesgo que deben cuidar especialmente su salud ósea:

• Mujeres a partir de la menopausia.
• Hombres a partir de los 55-60 años.

Los complementos alimenticios, siempre deben ir acompañados de una alimentación saludable:

• La alimentación debe incluir alimentos ricos en calcio y magnesio como las legumbres, las verduras, los frutos secos.
• Los ejercicios de fuerza (levantar peso) son los más adecuados para fortalecer los huesos y aumentar la fijación del calcio.